Participación de la Comunidad

Introducción

¿Qué es la Participación de la Comunidad y por qué es un enfoque importante?

Nada sobre nosotros sin nosotros. Este es el espíritu de Participación de la Comunidad. Las definiciones difieren entre organizaciones y programas, pero, en esencia, se enfocan en aumentar la participación, la colaboración y la voz de las comunidades para conseguir resultados más efectivos. La Participación de la Comunidad puede ser transformacional. Más allá de incluir a las personas a las que asistimos y de crear un espacio para el diálogo, en última instancia, la participación efectiva de la comunidad genera una relación de confianza en la que las comunidades se empoderan para entrar en acción y usar los sistemas establecidos a fin de identificar y tratar sus problemas más acuciantes.

Introducción a la Participación de la Comunidad

El empoderamiento de los miembros de la comunidad para explorar, planificar y actuar juntos sobre sus asuntos prioritarios puede ser una forma poderosa de fortalecer la capacidad colectiva y mejorar la equidad y efectividad de los programas. Esto exige que los miembros, los líderes y las organizaciones de la comunidad desempeñen un rol central en el desarrollo de las iniciativas humanitarias que los afectan.

La Participación de la Comunidad también busca fortalecer el vínculo entre las personas y los sistemas, las estructuras y los servicios (tanto formales como informales) que se han diseñado para satisfacer sus necesidades. Es decir, fortalecer la gobernanza y la calidad de la prestación y los sistemas de servicio, y mejorar los mecanismos de rendición de cuentas. A través de la Participación de la Comunidad, UNICEF aspira a apoyar a los países para que establezcan mecanismos perdurables para la ideación, planificación, implementación y supervisión participativas. Al colaborar con socios externos, especialmente organizaciones gubernamentales y lideradas por la comunidad, UNICEF se esfuerza por fortalecer la responsabilidad social.

La participación efectiva de la comunidad requiere un compromiso sistemático. Es decir, priorizar la Participación de la Comunidad en el diseño y la implementación, integrar la Participación de la Comunidad en enfoques de fortalecimiento de sistemas más amplios y movilizar recursos para el desarrollo de relaciones más significativas y prolongadas.

Objetivos sociales y de comportamiento 

La Participación de la Comunidad se encuentra en el centro del trabajo humanitario y del desarrollo. Este es un proceso poderoso que puede ser particularmente valioso cuando se busca trabajar con conocimiento, sistemas y estructuras locales, y grupos a los que históricamente ha sido difícil alcanzar. La Participación de la Comunidad es fundamental para el enfoque basado en los derechos humanos. Cuando se realiza de forma efectiva, la Participación de la Comunidad puede mejorar la calidad y el uso de los servicios al tomar decisiones más responsables y transparentes para las comunidades en cuestión, aumentar la diversidad y representación de las comunidades en el diseño de políticas y prácticas, y asegurar que las comunidades tengan una voz en las decisiones que afectan sus vidas directamente. Es difícil imaginar un proyecto orientado a la comunidad que no se beneficie de una participación sincera y duradera. Algunos objetivos sociales y de comportamiento clave de la Participación de la Comunidad son el fortalecimiento de las relaciones, el desarrollo de confianza y la promoción sincera de la colaboración, y el aumento de la autoeficacia y resiliencia colectivas.

La Participación de la Comunidad suele verse como una intervención discreta que sirve resultados de CSC específicos, como cambiar la sensibilización, el conocimiento, las actitudes, las percepciones y las normas, según lo requieran los proyectos. Al utilizarla de esta manera acotada, es probable que la Participación de la Comunidad sea menos efectiva. Pero cuando se utiliza como una intervención más explícita para crear mecanismos de diálogo y colaboración persistentes, la Participación de la Comunidad puede ser invaluable para el diseño de programas que satisfagan las necesidades de las personas que intentan apoyar y, por tanto, es más probable que se implementen y generen un cambio de comportamiento perdurable. La Participación de la Comunidad también establece plataformas para interpretar rápidamente e influir en el comportamiento de la comunidad, lo que mejora ampliamente la respuesta de emergencia en tiempos de crisis.

Niveles de Participación de la Comunidad y posibles desafíos

La Participación de la Comunidad es un enfoque necesario tanto en contextos de desarrollo como humanitarios. Sin embargo, su aplicación variará. Las comunidades pueden participar en varios niveles: desde brindar asesoramiento y codiseñar el proceso hasta asumir aspectos de la participación y ejecución de proyectos para obtener los resultados. Independientemente del nivel de participación que decida tener, los sistemas siempre deben diseñarse para que sean a largo plazo y sostenibles, a fin de procurar que puedan satisfacer de forma confiable las necesidades actuales y futuras de la población. Esto es particularmente importante en contextos humanitarios, donde necesitamos apoyar la capacidad de la comunidad para prepararse y responder a desastres, enfermedades emergentes y volatilidad económica, a fin de mejorar la resiliencia y la recuperación.

La participación puede considerarse en cuatro niveles diferentes:

1. Informar y movilizar la comunidad para participar en abordar las preocupaciones inmediatas de corto plazo, con fuerte apoyo externo
2. Consultar e involucrar a la comunidad para mejorar el suministro de servicios y programas, con un poco de apoyo externo
3. Colaborar con la comunidad para facilitar situaciones y decisiones prioritarias para la comunidad, con o sin apoyo externo
4. Empoderar a la comunidad a fin de que desarrolle sistemas para la autogobernanza, establezca prioridades, implemente intervenciones y desarrolle mecanismos sostenibles para el desarrollo con socios, como parte de una red de contención

Por tanto, es importante determinar el nivel de Participación de la Comunidad en función del contexto.

La implementación de la Participación de la Comunidad presenta desafíos que deben tenerse en mente para minimizar los riesgos que puedan afectar al programa:

• Limitar la participación a líderes o agentes influyentes deja de lado las necesidades de las personas más marginadas. Los enfoques de Participación de la Comunidad que no consideran las dinámicas de poder existentes no logran los resultados esperados. De acuerdo con el informe Time to Listen (Momento de escuchar), las comunidades sienten que la ayuda internacional beneficia a las elites locales.Recuerde que las comunidades nunca son uniformes: no todos comparten las mismas necesidades, opiniones y vulnerabilidades. Para procurar la equidad en las consultas y los foros de toma de decisiones, deben emplearse diferentes técnicas de participación a fin de tomar en cuenta todas las necesidades.
• La Participación de la Comunidad suele no estar institucionalizada y, por tanto, no se financia o dota de forma adecuada. Esto puede conducir a una implementación ad-hoc. Para que la Participación de la Comunidad y las iniciativas lideradas por la comunidad se conviertan en una práctica estándar y sostenible, deben estar integradas en estructuras de gobernanza. De lo contrario, es probable que la Participación de la Comunidad se apoye en relaciones personales construidas entre profesionales particulares y ciertos miembros de la comunidad, y dichas conexiones pueden perderse fácilmente si las personas involucradas cambian.
• Los miembros de la comunidad pueden desilusionarse con el proceso si no ven que su opinión se tenga en cuenta. Si la comunidad cree que la consulta que se les hizo fue solo para “cumplir los papeles”, y que sus comentarios no se consideraron o no se hizo nada al respecto, es probable que las personas se sientan enojadas y no quieran volver a participar. Gestionar las expectativas en torno a qué peso tienen los comentarios de la comunidad en las decisiones finales es de suma importancia. La participación superficial que se presenta como un simple formalismo debe evitarse a todo costo.
• Tomar atajos con intervenciones discretas y quirúrgicas, en vez de con participación significativa a largo plazo, contrarresta la asunción de responsabilidad de la comunidad y la sostenibilidad. La Participación de la Comunidad funciona mejor cuando se realiza a lo largo del tiempo, no proyecto a proyecto. Las comunidades deben involucrarse antes de que se tomen las decisiones sobre las soluciones, con una sincera voluntad de darles a las comunidades un rol sistemático en el diseño, la implementación y la evaluación de las políticas y los programas que la afectan. 
• La recopilación periódica y el uso de datos para la acción continúan siendo un desafío en la programación del Cambio Social y de Comportamiento. La recopilación de pruebas estandarizadas y oportunas debe realizarse con regularidad para procurar que la programación y la toma de decisiones refleje las necesidades actuales de la comunidad. La recopilación de datos debe enfocarse en la equidad y representatividad, opiniones, percepciones y necesidades.
• Equilibrar la comunicación digital con la interacción en persona. Las tecnologías digitales se utilizan cada vez más para intervenciones de participación a fin de llegar a la mayor cantidad de personas posible. No obstante, la comunicación digital no llega a personas en situaciones vulnerables sin acceso confiable a la tecnología. Esto incluye a mujeres, familias pobres, personas con discapacidades, personas que viven en zonas remotas rurales o en conflicto, y personas que no tienen vivienda estable. Por ello, depender exclusivamente de una estrategia de Participación de la Comunidad por medios digitales exacerbará las desigualdades y dejará a las personas más vulnerables fuera del proceso de toma de decisiones. En contextos con poca tecnología, una mayor inversión en interacciones interpersonales y colectivas seguras (visitas domiciliarias, reuniones comunitarias, asesoramiento en centros) puede asegurar que las personas sin acceso a la tecnología no se queden fuera de la ecuación.  

La Participación de la Comunidad puede presentar un gran desafío para los recursos, la medición y el compromiso, pero ser consciente de estos obstáculos e identificar formas para superarlos ayudará a empoderar a las comunidades a fin de que contribuyan a la creación de programas más sostenibles.

Casos de estudio

• ERITREA El diálogo continuo y la sensibilización de la comunidad reduce la mutilación genital femenina (MGF).
• NAMIBIA Las iniciativas de Participación de la Comunidad para fortalecer las relaciones entre las escuelas y las comunidades aumentan la asistencia escolar y disminuyen el acoso en el ámbito escolar (bullying).
• KENIA El diálogo continuo en torno a conceptos erróneos sobre anticonceptivos y planificación familiar cambia las normas sociales y aumenta los informes de uso de anticoncepción moderna entre las mujeres y los hombres casados destinatarios del programa.
• INDIA Los grupos participativos de mujeres y la consejería mejoran la diversidad alimentaria mínima entre mujeres , niños y niñas, más madres se lavan las manos antes de alimentar a sus hijos e hijas, menos niños y niñas tienen peso bajo a los 18 meses y mueren menos bebés.
• MALI El Enfoque de Sanidad Total Liderado por la Comunidad disminuye significativamente las tasas de defecación al aire libre entre adultos, aumenta el acceso a letrinas privadas y mejora el crecimiento de niños y niñas.
• SIERRA LEONA La Acción contra el Ébola liderada por la comunidad mejora significativamente las prácticas seguras de entierro y las derivaciones a asistencia médica dentro de las 24 horas de la aparición de los síntomas.
• CAMERÚN, NIGERIA Y UGANDA La aplicación del enfoque Intervención dirigida por la comunidad demuestra ser significativamente más efectivo que los enfoques existentes para el suministro de suplementos de vitamina A, el uso de mallas con tratamiento insecticida y el manejo de la malaria en el hogar. 
• PAKISTÁN Un enfoque orientado a la participación comunitaria con campos de inmunización incrementa efectivamente la cobertura de la vacuna oral contra la poliomielitis en zonas afectadas por conflictos.

Principios clave  

1. Desarrollo del sistema 
   La participación comunitaria debe ser sistemática para que tenga un impacto sostenible. La participación comunitaria debe estar integrada en el diseño de políticas, la planificación, la elaboración de presupuestos, y la financiación, ejecución y supervisión de las intervenciones. 
    
2. Comunicación de doble vía 
   Debe mantenerse una línea de comunicación abierta para permitir que las comunidades den y reciban información clara, apropiada y precisa de forma regular y predecible. La comunicación de doble vía ofrece a la comunidad una forma de conectarse, solicitar información y exigir la rendición de cuentas de las partes interesadas. 
    
3. Participación 
   Crear espacios de participación que sorteen obstáculos, fomenten el diálogo de doble vía y generen confianza, que es central para los programas humanitarios y del desarrollo. 
    
4. Inclusión 
   El desequilibrio de poder entre las partes interesadas y los grupos de la comunidad crea un desafío para llegar a los miembros de grupos vulnerables y marginados. Genere un espacio para estos grupos a fin de que se escuchen sus voces. 
    
5. Empoderamiento y asunción de responsabilidades 
   Para empoderar a las comunidades es necesario reconocer el valor dentro de las comunidades, tales como sus recursos, activos, estructuras y redes. Maximizar el poder y potencial de estos valores existentes ayudará a fomentar la autonomía y la asunción de responsabilidades. 
    
6. Adaptabilidad y localización 
   Los enfoques de Participación de la Comunidad deben desarrollarse en torno a los contextos locales, y deben ser flexibles y receptivos a las necesidades, condiciones y preocupaciones cambiantes de las poblaciones locales. 
    
7. Desarrollo de la capacidad local 
   La Participación de la Comunidad debe desarrollarse a partir de las capacidades y los recursos existentes en las comunidades, y trabajar con los grupos y organizaciones locales que ya están asistiéndolas.

Más información (Solo disponible en inglés)

• Minimum Quality Standards and Indicators for Community Engagement

• Guidance for achieving multi-sectoral results through working with local governments

• Community Engagement and Accountability toolkit – International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies

• Principles of Community Engagement for Empowerment

• The Core Humanitarian Standard on Quality and Accountability

• Community-Driven Development Overview – World Bank

• The Communication & Community Engagement Initiative

• Community Engagement: A health promotion guide for universal health coverage in the hands of the people – WHO

Definiciones clave

Participación de la Comunidad: 

Una forma de trabajar con grupos y líderes tradicionales, comunitarios, de la sociedad civil, gubernamentales y de opinión que facilita su participación activa en el tratamiento de las cuestiones que afectan sus vidas. La Participación de la Comunidad empodera a los grupos y redes sociales, desarrolla las fortalezas y capacidades locales y aumenta la participación local para encontrar soluciones que puedan adaptar y sobre las que puedan asumir responsabilidades. A través de los principios y estrategias de Participación de la Comunidad, todas las partes interesadas obtienen acceso a los procesos para estudiar, analizar, planificar, liderar, implementar, supervisar y evaluar las acciones, los programas y las políticas que fomentarán la supervivencia, el desarrollo y la protección de los miembros de la comunidad.

Los mecanismos de participación institucional de la comunidad pueden categorizarse de la siguiente manera: 

Gubernamentales: liderados por los gobiernos con el mandato de prestar servicios de forma universal. Incluye los mecanismos liderados por organizaciones cuasi gubernamentales (p. ej., cooperativas lideradas por la comunidad con vínculos formales con las instituciones), así como la vigilancia comunitaria de los servicios que suministra el gobierno y Participación de la Comunidad en la planificación y el diseño de políticas y servicios.

Liderados por la comunidad: mecanismos en los que las comunidades son propietarias y operadoras, y a través de los cuales los miembros de la comunidad y las Organizaciones de la Sociedad Civil y los grupos comunitarios coordinan y responden a los asuntos que los afectan. Pueden ser mecanismos informales y de menor escala, o bien pueden integrar varias organizaciones y subsistemas. Por ejemplo, un sistema de atención grande puede tener distintos subsistemas de atención integral en el hogar, apoyo nutricional, asesoramiento, abogacía, asesoría legal y derivaciones para acceder a servicios y seguimiento.  

Responsabilidad social ante las poblaciones afectadas: un enfoque en el cual los ciudadanos en general y las Organizaciones de la Sociedad Civil exigen la rendición de cuentas de sus organismos gubernamentales. El estado, los ciudadanos o ambos en conjunto pueden poner en marcha los mecanismos de rendición de cuentas. Sin embargo, suelen ser impulsados por la demanda y operar con una lógica ascendente. Las iniciativas de rendición de cuentas aspiran a mejorar la calidad del gobierno mediante el refuerzo de la transparencia y la exposición de la corrupción, por ejemplo. Tales iniciativas aumentan la efectividad de las estrategias de desarrollo, particularmente al mejorar el suministro de servicios públicos y asegurar que la respuesta a las crisis sea apropiada y equitativa. Los mecanismos de rendición de cuentas empoderan a los grupos marginados y subatendidos al proporcionarles información sobre sus derechos y amplificar sus voces en la administración pública. Todas las medidas de rendición de cuentas tienen la Participación de la Comunidad en su esencia, especialmente en términos de procesos de suministro de información, integración y retroalimentación y reclamación. No obstante, la responsabilidad también depende de la gestión de datos y la toma de decisiones, para procurar que la retroalimentación de las comunidades oriente las acciones que se introducen en ellas.